César CasonaCésar Casona. Luarca (Asturias), octubre de 1981.

Cada una de las fotografías de este proyecto incluye una contradicción conceptual. Será el espectador quien la encuentre y quien se enfoque en la imagen, dándole un significado final en función de sus sentimientos, imaginario, vivencias y experiencias personales previas.

Algunos ejemplos en literatura:

“Es hielo abrasador, es fuego helado, es herida que duele y no se siente…”

(Quevedo).

“Sosiega un poco, airado temeroso, humilde vencedor, niño gigante, cobarde matador…”

(Lope de Vega).

 

Este proyecto nace de la afirmación del gran filósofo griego Aristóteles: “La virtud se halla en el centro”.

De ello puedo deducir que a medida que nos separemos del centro hacia los extremos, hacia la derecha o izquierda, hacia el “sí” o hacia el “no” o hacia cualquier par de opuestos, estaremos alejándonos de la virtud.

Es en el equilibrio, en la duda, en la contradicción, allá donde los pares de opuestos se entremezclan, donde encontraremos la verdad. En el momento en que estemos seguros/as de algo estaremos por tanto, equivocándonos.

Muchos fueron los filósofos y los pensadores que a lo largo de la historia centraron sus esfuerzos en explicar el origen de todas las cosas. Heráclito de Éfeso, 2500 años atrás, en Grecia, apunta al fuego como principio natural del que todo parte.

El fuego, metafóricamente hablando, simbolizaba el movimiento y el constante cambio en el que la vida se desarrolla –

«Ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el agua serán los mismos.»

Heráclito fundamenta esta permanente movilidad en una estructura de opuestos, afirmando así que “la contradicción está en el origen de todas las cosas”.

Así, el oxímoron, la paradoja, la antítesis y la contradicción como concepto, han sido recursos valorados, estudiados y desarrollados a través de diferentes canales, siendo probablemente la literatura el medio más utilizado y profuso.

Es de justicia que, en el siglo XXI, la fotografía sirva para trasladar esta idea al mundo de lo visual, en forma de oxímoron, antítesis y paradojas visuales.

La fotografía ha sido para mí el medio más sencillo y preciso para expresar y exteriorizar esta reflexión, a través de la manipulación de objetos, luz, personas y momentos de la vida cotidiana.

Tal vez sea el fruto de un carácter, de una absoluta incapacidad para optar o para afirmar. Quizá la firme creencia en que la verdad se antoja distraída cuando interceden la imagen o la palabra, y cuando arbitran los sentidos. Tal vez el Yin y el Yang en oriente. Quizá mi absurdo raciocinio al interpretar que no habría guerras en un mundo sin amor.

Quizá los estragos que produce la fe en busca de razón. Quizá el parecido entre el átomo y las formas más inmensas del universo. Tal vez la comprensión ante la violencia engendrada por quien defiende al indefenso.

Tal vez nada de esto. O todo. En cualquier caso, siempre serán las reflexiones de uno cualquiera.
Sea bienvenido a usted mismo/a.

César Casona.

* En ninguna imagen se ha llevado a cabo la utilización de retoque digital alguno.

Paco Gómez Nadal. Periodista, escritor y crítico de arte.

“La realidad virtual a veces nos hace pensar que más es menos cuando, en realidad, nos hace ir a ningún sitio: un lugar plagado de contradicciones tan inquietantes como apasionantes. En el silencio atronador de la ruidosa calma que nos ofrece el consumo cultural, César Casona nos invita a la incertidumbre, a dudar de lo evidente, a instalarse en las contradicciones en las que habitamos o en las que podríamos habitar. Claroscuros en blanco y negro, colores rebeldes en noches luminosas, sentimientos agridulces ante la vida muerta, fotografías que nos remiten a la soledad sonora de una naturaleza hablante y de unos objetos reinventados. Somos oxímoron o no somos nada, aunque nos cueste reconocernos en la nítida contradicción conceptual que cada uno exhibimos cuando nos escondemos. Secretos a voces, vacíos repletos de interrogantes, un dulce amargor en la boca, un quitaipón sin límite, altibajos en el rítmico caos del aliento, el vaivén del tiempo agotado, una seguridad temblorosa, un frío abrasador recorriendo las pupilas, la valiente cobardía de quien mira lo ya mirado, la húmeda sequía de la poesía aún no pronunciada, los voluptuosos esqueletos de nuestra torpe y aguda herencia… Las fotografías de César Casona harán que pises sobre ascuas y te emociones ante la belleza de lo contradictorio.”